18 julio 2009

Mes de Danza 2009 en creación

Un 'minimés' de danza salvará los trastos el próximo otoño

Junta y Ayuntamiento aceptan la propuesta de la directora del encuentro, que reducirá su actividad a una semana con la esperanza de volver en 2010

Blas Fernández / SEVILLA | Actualizado 18.07.2009 - 05:00
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El público observa al bailarín Pablo Fornell en el Patio de Banderas en el 'Mes de Danza en 2008'.

Tras la controversia en torno a su anunciada suspensión, motivada, según su directora, María González, por la falta de entendimiento y apoyos por parte de las administraciones, el Mes de Danza salvará al final los trastos el próximo otoño con un encuentro que no será exactamente la XVI edición del evento, sino "una semana de visibilidad para la danza del 13 al 22 de noviembre, un minimés de danza enfocado al apoyo a las creaciones y creadores locales".

Así lo confirmaba ayer a este periódico su artífice tras la reunión a tres bandas mantenida con el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía. "La propuesta que hemos presentado ha sido aceptada. Será un proyecto denominado Mes de Danza en Creación, un punto de inflexión para, en 2010, intentar hacer lo que se pretendía este año", comenta González.

Lo que se pretendía, como se ha explicado en otras tantas ocasiones, era elevar el nivel del festival potenciando, por ejemplo, las producciones propias y las colaboraciones con otros certámenes internacionales, para lo cual González demandaba mayor implicación y compromiso por parte de las administraciones. Tras un sonoro desencuentro con el Ayuntamiento, la situación se recondujo cuando éste llegó a prometer doblar su aportación. La oferta, sin correspondencia por parte de la Junta, llegaba en cualquier caso demasiado tarde. "El presupuesto será el previsto inicialmente: 90.000 euros; 50.000 aportados por el Ayuntamiento y 40.000 por la Junta", dice González, quien, más allá de "una mínima presencia internacional", remarca el carácter local de esta propuesta de transición. "Tendremos en cuenta lo que se está gestando y lo que se realiza en esta ciudad, colaboraremos con algunas de las residencias que se están haciendo en el Centro de las Artes de Sevilla (Cas) y, al mismo tiempo, fomentaremos la creación en espacios públicos. Ése es un interés específico por parte tanto del Ayuntamiento como de la Junta: hay una carencia de creaciones andaluzas de este tipo, así que vamos a intentar fomentarlas".

Pese a los rumores en torno a una posible codirección del certamen, González ratifica que "la dirección la llevo yo y el proyecto es mío. Lo que sí es cierto es que estoy teniendo en cuenta el trabajo que está haciendo Isabel Blanco en el Cas a través de las residencias, y ahí hay una colaboración, al igual que la hay con Fernando Lima y Alysson Maia con el tema de danza en espacios públicos, que es lo que ellos están desarrollando ahora mismo".

Sobre el anteriormente requerido "mayor grado de implicación" de cara al Mes de Danza de 2010, María González se muestra convencida de tener ya el compromiso del Ayuntamiento, que pasaría a aportar 100.000 euros, aunque la directora del festival no se muestra tan segura respecto al papel de la Junta. "De momento nos hemos centrado en pensar qué se hacía este año. Para 2010, el compromiso de la Junta está por ver. Hemos quedado en ponernos a trabajar a partir de otoño", avanza.

17 julio 2009

Shamanov vs. Chapman

Los hermanos Chapman se hacen pasar por una pareja de vanguardia rusa
Los hermanos Chapman, en una imagen de archivo /ABC
Actualizado Viernes, 17-07-09 a las 10:25
Los hermanos Chapman, los dos "chicos malos" del arte británico, han gastado una nueva broma al hacer creer a la crítica que las piezas presentadas en una galería londinense de vanguardia eran obra de una pareja de artistas rusos.
La galería "Orel Art", especializada en arte ruso y con locales en París y Londres, anunció la exposición como el debut londinense de Yuri y Konstantin Shamanov, fundadores de un nuevo movimiento radical artístico de Moscú llamado "Camaleón".
Según el catálogo, los Shamanov nacieron el 12 de abril de 1961, el día en que Yuri Gagarin se convirtió en el primer hombre en viajar al espacio, y tras servir en el Ejército soviético, se fueron cada uno por su lado. Yuri trabajó como ingeniero en un laboratorio de investigación espacial antes de hacerlo como escenógrafo para el teatro, mientras que su hermano, Konstantin, se dedicó al comercio.
Pero a finales de los noventa, los hermanos se reunieron y comenzaron a trabajar juntos como artistas, decía el catálogo, según el cual su obra, inspirada por movimientos rusos de vanguardia como el constructivismo o el suprematismo de Malevich, constituye el diagnóstico de una sociedad "enferma".
Sospechas confirmadasAlgunos críticos empezaron a sospechar de esos dos hermanos, de los que no figuraba mención alguna en internet antes de esa exposición, y finalmente se descubrió que si bien se trata de dos hermanos, no son los Shamanov sino los Chapman. "Puedo confirmar que los Shamanov son Jake y Dinos Chapman. Los artistas querían que su identidad permaneciese en secreto el mayor tiempo posible hasta que lo descubriese el público o la prensa", confesó Ilona Orel, responsable de la galería a preguntas del vespertino "Evening Standard".
Entre las obras de los supuestos "Shamanov" hay collages como el titulado "Cuelga a este rebelde", grabados como "Abeja constructuvista" o "Estudio para un Satélite Flor". El año pasado, los Chapman compraron una serie de acuarelas del dictador alemán Adolf Hitler por 115.000 libras (135.000 euros) y las vendieron por 685.000 (802.000 euros) tras pintarrajear en ellas arco iris, estrellas y corazones, y hace seis años hicieron algo parecido con unos grabados de la serie de Desastres de la Guerra, de Goya.

También se comparten los gastos

Productores por poca pasta


Llega a España el crowdfunding, una fórmula de inversión barataen la financiación de la producción de una película a partir de los 20 euros. El fenómeno se cuece en la Red en la mayoría de los casos

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Nicolás Alcalá, Carola Rodríguez y Bruno Teixidor están embarcados en una expedición: producir El cosmonauta mediante crowdfunding.
SARA BRITO - MADRID - 17/07/2009 07:00

No es ni hermano, ni amigo, ni pretendiente. Pero Aitor Grandes ha puesto 1.000 euros en las arcas de una película de ciencia ficción española, que todavía no está en preproducción pero sobre la que tiene ya un 0.22% de los derechos. "Tampoco soy rico", advierte, para no llevar a malentendidos que lo pinten como potentado productor. Pero, Grandes, que trabaja en una empresa de tecnología, figura como el primer inversor de El cosmonauta, un filme que dirigirá el debutante Nicolás Alcalá guionista de Noches Transarmónicas, junto a Velasco Broca y Nacho Vigalondo si desde su productora Riot Cinema logran recaudar los 450.000 euros que necesitan para levantar el filme.
Para hacerlo no pasarán por el vía crucis de productoras y televisiones. Su propuesta pretende poner patas arriba el sistema de producción tradicional o, al menos, sacarle una alternativa. El plan es acudir a cualquiera, al ciudadano de a pie, al usuario de Internet, a todo aquel que quizás nunca pensó en ser productor, pero que ahora, qué diablos, podría serlo por sólo 20 euros e, incluso, desde 2 euros. La fórmula recuerda a lo que llegó a proponer la cantante Lola Flores para saldar su deuda con Hacienda: un español, una peseta y ella libre de toda culpa.

El fenómeno se cuece en la red en la mayoría de los casos

En EEUU y Reino Unido, donde ya ha empezado a dar sus frutos, lo llaman crowdfunding. El término se refiere a una bolsa de producción comunitaria para conseguir el capital suficiente para echar a rodar un filme gracias a las aportaciones de cualquiera. La peli de todos.

Gurús de la participación

El movimiento ya tiene hasta sus propios gurús. Robert Greenwald fundó en 2004 Brave New Films en EEUU, la primera compañía que confió la financiación a su público potencial. El documentalista consiguió los 300.000 dólares que necesitaba para hacer Iraq for sale en nueve días. También hay una web de referencia: Indiegogo, que pone en contacto a cineastas con otros creadores y productores.

Fuera del cine, hay ejemplos de crowdfunding para producir discos

El fenómeno se cuece en la red en la mayoría de los casos. Las redes sociales Twitter, Facebook, Myspace han animado la aparición de comunidades creativas que han entendido que en la unión está la fuerza. Las creaciones participativas se multiplican en forma de guiones hechos colectivamente o películas con contribuciones de los usuarios la Wikipeli, de Corbacho y Cruz, sin ir más lejos. Fuera del cine, hay ejemplos de crowdfunding para producir discos, para recaudar fondos para proyectos sociales y, también, alguno tan delirante como el de una comunidad que recauda fondos para cumplir el deseo de cada uno de sus miembros.
Pero no toda inversión de este tipo se resuelve en la red. Es el caso de The Age of Stupid, un docudrama que pretende advertir sobre el cambio climático y que ha sido el primer largo con producción colaborativa estrenado en Reino Unido. Es obra de una independiente incombustible, Franny Armstrong, que no usó Internet durante los primeros años de producción para así evitar que empresas como Shell, a las que iba a investigar, no estuvieran sobre aviso. "Lo nuestro funcionó por el boca a boca", admite.

Expedición desconocida

Nicolás Alcalá: "No es por el dinero, creemos en esto desde el principio"

De vuelta al barrio de Chueca, en Madrid, el timbre no para de sonar. La oficina de la productora de Riot Cinema está formada por un equipo que no supera los 22 años de edad de media. Carola Rodríguez, Bruno Teixidor y Nicolás Alcalá son los cabecillas de El cosmonauta, una expedición cinematográfica de ciencia ficción en la que ya están embarcados el músico Remate o el compositor de la película de Tarkovski Solaris (1972).
Las raíces rusas del proyecto no pueden estar más claras. Bruno y Nicolás no discuten sobre su filme de referencia: La zona (1979), también de Tarkovsky. De hecho, pretenden trasladarse al Centro Espacial Gagarin a rodar parte de una historia que sigue el rastro de un cosmonauta desaparecido.
Pero antes de que la nave despegue, los de Riot Cinema deberán conseguir el 26% de los 450.000 euros que costará la película mediante la contribución colectiva (el resto vendrá de subvenciones y la búsqueda de patronicios). En dos meses han reunido 6.000 euros brutos mediante dos métodos: la venta de productos en la tienda virtual cosa que no implica derechos sobre la película pero sí el calificativo de productor y la venta de participaciones en la película, que exige una inversión mínima de 1.000 euros (caso de Aitor Grandes). Entre una cosa y otra, los participantes ya son 430.
"Nosotros no tomamos esta opción por no encontrar dinero, creemos en esto desde el principio", admite Nicolás Alcalá. Además, su propuesta es más radical: El cosmonauta tiene licencia Creative Commons, lo que permite que la película sea copiada y manipulada por cualquiera, siempre que nombre la fuente original. Además se estrenará en Internet, gratis y en alta definición. O eso pretenden ahora que todavía no se han sentado a negociar con las televisiones para la venta de derechos de emisión.

Papá Linklater

Llegados a este punto conviene respirar. Seamos cuerdos. Aquello de hacer cine "con una pequeña ayuda de mis amigos", como decían los Beatles, ha sido el pan de cada día para los directores de cine independiente. Y si no recuerden una de las máximas de Richard Linklater, que hizo Slacker (1991) con sólo 23.000 dólares: "Empieza a mendigar a tus amigos y familia cinco años antes de que el proyecto empiece". Tal vez Linklater no le devolvió a sus colegas lo invertido, tal vez los invitó a cervezas cuando su filme llegó a recaudar el millón de dólares. Tal vez hizo todo esto, aunque no hubiera contrato de por medio o nadie le hubiera puesto nombre a la ocurrencia.
Nada nuevo bajo el sol, entonces. Pero ahora la red social 2.0 amplía el fenómeno. La formalización, mediante contratos que garantizan los derechos de los que deciden participar con dinero, asegura el reparto de beneficios."Si palmo el dinero no pasa nada", reconoce Grandes, para quien es suficiente con sentirse parte de una película y salir en una lista de créditos que no bajará de los 10 minutos debido a todos los productores involucrados.
Los de las productoras lo saben: cada uno de esos pequeños productores actuará cual virus promocional. ¿Habrá llegado la hora de ahorrar en campañas leoninas y confiar en que el público ponga pasta para la película que quiere ver? La solución en unos años.

Manual para producir una película

Encontrar un proyecto para invertir
La mayoría se anuncian en Internet. Muchos de ellos permiten la participación desde 20 euros. Si la cantidad asciende a más de 1000 euros es preferible cumplimentarlo por contrato.
Participar en la producción de la película
Cualquier productor está implicado en las decisiones creativas de la película. En estos casis se permiten las visitas al rodaje, entrar en concursos y formar parte del equipo de rodaje.
En el preestreno, en los créditos, con una copia
Todos los involucrados en las acciones de la producción pueden ir al preestreno de su película. En los créditos estarán incluidos los cientos productores. Además, una copia en DVD.
Y si todo sale bien...recuperar el dinero invertido
Una vez que se hayan cubiertos los gastos, al menos de salarios, los inversores empezarán a recibir su parte, proporcional a lo que has puesto. No es un regalo, sino una inversión.

16 julio 2009

Streaming contra descargas

Los adolescentes son más legales

Las descargas de música son sustituidas por el 'streaming'

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Los Arctic Monkeys durante uno de sus últimos conciertos.
IÑIGO SAENZ DE UGARTE - CORRESPONSAL - 14/07/2009 08:45

La industria discográfica quizá no se haya enterado aún del todo, pero el fantasma de la piratería ha comenzado a desvanecerse en un proceso que aparenta ser irreversible. El remedio no procede de leyes draconianas ni de amenazas de sanciones, sino de la tecnología.

Un estudio difundido en el Reino Unido confirma lo que muchos usuarios ya conocen. Las descargas de música están siendo sustituidas por el streaming (la distribución de contenidos audiovisuales por Internet sin descargas). Y los adolescentes están convencidos de los beneficios del cambio.

El 65% de los jóvenes británicos escucha música con el streaming

Una encuesta, realizada por la empresa Music Ally con entrevistas personales, revela que un 65% de los jóvenes británicos de 14 a 18 años escucha música a través del streaming de forma frecuente. Hasta el 31% de ellos lo hace todos los días, una cifra superior a la media de los usuarios.

Las ventajas de utilizar YouTube o Spotify se imponen sobre las descargas. El usuario no se baja canciones. No despierta las iras de la industria ni de los gobiernos. Sólo las escucha tantas veces como quiera, y tiene a su disposición la mayor parte del catálogo de las grandes empresas discográficas, que han firmado acuerdos con Spotify y otros servicios similares. Escuchan la música que les gusta y no les llaman piratas. No es mal negocio ni para ellos ni para la industria.

Spotify cuenta en el Reino Unido con más de dos millones de usuarios registrados. Un competidor reciente, We7, acaba de alcanzar esa cifra. El salto ha sido espectacular. En mayo, sólo tenía 600.000 usuarios.

Demuestran que conocen la tecnología mejor que las empresas

Ambos son además excelentes plataformas promocionales para la industria musical. Comienza a ser habitual que algunos discos lleguen antes a los ordenadores personales, a través de estos servicios, que a las tiendas de discos.

Music Ally confirma que las descargas tocaron techo en el Reino Unido y que es improbable que vuelvan a recuperarse. En septiembre de 2007, descubrió que un 42% de los entrevistados bajaban canciones a sus ordenadores. Ahora sólo lo hacen el 26%.

"Estas cifras cuestionan la idea de que las descargas iban a continuar subiendo", ha dicho a The Guardian Paul Brindley, consejero delegado de Music Ally. "Aunque no pensamos que la guerra contra la piratería se haya ganado, al menos suponen una noticia esperanzadora para la industria musical".

Un estudio revela que son menos los que bajan música con las descargas

Rentabilidad

La viabilidad económica de los servicios de más éxito está lejos de estar asegurada. Ni Spotify ni We7 han abandonado los números rojos en el Reino Unido. Su fuente de ingresos son los anuncios que aparecen de vez en cuando mientras se está escuchando música. Lejos de la saturación habitual en la radio, suelen ser mucho más breves. Los adolescentes han generado una reacción adversa a la publicidad que no es tan habitual entre los adultos. Por eso, We7 vende anuncios de entre tres y siete segundos, una irrupción rápida para captar la atención de un oyente reticente a los contenidos publicitarios.

El éxito de estos servicios se ve favorecido por el desarrollo de las redes sociales en Internet. Los jóvenes ya no buscan sólo escuchar música ni mucho menos comprar todo lo que quieren oír. Quieren compartirla con sus amigos, crear listas de sus canciones favoritas y recibir recomendaciones.

Su gran aliado es la tecnología y la han utilizado con pasión desde el primer momento. La diferencia con la industria es que a las grandes empresas les ha costado más tiempo entenderlo.

Arresto domiciliario

Dos meses de arresto por filtrar el último disco de Guns N' Roses en Internet

Kevin Cogill deberá aparecer, además, en un anuncio antipiratería

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Axl Rose, cantante de la banda. REUTERS
15/07/2009 10:53

Kevin Cogill, un bloguero de Los Angeles que filtró en Internet canciones de Guns N' Roses en Internet antes de la edición oficial del primer disco de la banda en 17 años, ha sido condenado el martes a dos meses de arresto domiciliario.

Cogill también ha sido condenado a un año de libertad condicional y debe aparecer en un anuncio antipiratería, que se emitirá durante la entrega de los premios Grammy el 31 de enero, bajo los términos de su acuerdo de declaración de culpabilidad con los fiscales federales.

El condenado publicó nueve temas cinco meses antes de que se publicara el disco

El internauta se declaró culpable en diciembre de un solo cargo de delito menor por haber violado las leyes federales de derechos de autor, y acordó ayudar a las autoridades a identificar la fuente original de la filtración.

Ventas más que decepcionantes

Cogill publicó nueve temas del disco de Guns N' Roses Chinese Democracy en la web antiquiet.com cinco meses antes de que el disco saliera a la venta en noviembre pasado.

Los temas circularon ampliamente, reduciendo parte de las expectaivas que rodearon el largamente esperado álbum, que tuvo ventas decepcionantes.

Cogill se enfrentaba a una pena máxima de un año en una prisión federal, una multa de 100.000 dólares (unos 71.700 euros), y un período de libertad condicional de cinco años.

No hubo ánimo de lucro

Pero el juez Paul L. Abrams dijo que el lucro no había sido la motivación tras sus actos, que los temas fueron publicados en el blog por un breve período, y que su cooperación resultó útil.

Un portavoz del departamento de Justicia dijo que el Gobierno aún está investigando la fuente original de los temas.