30 octubre 2008

Escritura colectiva

Libros contra la industria cultural

El colectivo literario italiano Wu Ming, heredero de Luther Blissett, defiende la cultura libre desde el pseudoanonimato

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Libros contra la industria cultural
La mano de Wu Ming 1 sostiene su libro en un bar de El Raval barcelonés. - josé colón
TONI POLO - BARCELONA - 30/10/2008 08:00

Wu Ming 1 no da la cara. No es que se esconda: "Somos transparentes hacia los lectores, opacos hacia los medios", advierte, negándose a salir en ninguna foto. Habla del colectivo Wu Ming (anónimo, en chino), un grupo de cuatro escritores que firman con ese "pseudo-pseudónimo" y han escrito tres novelas entre todos, a parte de las que firma cada uno de ellos individualmente.

"Somos como una banda musical: está la orquesta y están los solos". Escriben en comuna: todos saben hacer de todo, todos escupen ideas y estilos en las obras corales y revisan los textos y aconsejan en los solos. Se comparan a la selección holandesa que revolucionó el fútbol en los setenta: "Ellos no ganaron ningún Mundial, pero revolucionaron la cultura del fútbol".

El martes pasado Wu Ming 1, cuyo nombre es (y no lo esconde) Roberto Bui, recogió, en nombre del colectivo, el premio de literatura en la gala de los oXcars, en favor de la cultura libre.

Pero la aventura tiene sus orígenes hace casi 15 años, cuando se creó una auténtica network en Europa con un objetivo claro: "Desencadenar un infierno sobre la industria cultural". Para ello, construyeron a un héroe imaginario, un Robin Hood que robara a los intermediarios, a las sociedades de gestión, para premiar a los artistas. El héroe imaginario fue un grupo de centenares de artistas de todo tipo, bautizado como Luther Blissett, tomando prestado el nombre de un pésimo jugador inglés del Milan de los ochenta.

Luther Blissett se creó en 1994 desde Bolonia, donde residió el comité central, "el único cuya finalidad es perder el control, en lugar de mantenerlo", dice Bui. Era la época del final de la primera república italiana. Berlusconi, magnate de la comunicación ("no era ninguna metáfora, era así"), diana de los artistas libertarios, estaba al acecho.

Triunfo parcial

Tras 15 años de campañas artísticas, acciones, movilizaciones, Bui considera que algo han conseguido. "Una editorial como Mondadori ha aceptado nuestros principios de copyleft, eso es importante". Sólo en Italia más de 400 artistas formaron como Luther Blisset. En 1999, el colectivo Wu Ming tomó el relevo. "Despedimos a Blissett con la novela Q,en 1999, una alegoría de la sociedad de Internet que está irrumpiendo ahora ubicada en la Europa de la Contrarreforma, cuando nació la imprenta". Siguieron 54, y en breve, Manituana.

Bui presenta hoy en el Ateneu Candela de Terrassa y mañana en la librería Traficantres de sueños, en Madrid, su libro, New think (Acuarela), por supuesto, de libre reproducción. No lo define como novela. "Es un objeto narrativo, la simulación de un libro de historia oral". De hecho, lo componen testimonios que, leídos en su conjunto, cuentan una historia sobre las misteriosas muertes de unos músicos de jazz en el Brooklyn de los años sesenta.

Es un trabajo documentadísimo que relaciona el jazz con el partido de las Panteras Negras y con los planes secretos de contrainsurrección del FBI para acabar con ellas. Por supuesto, tiene una lectura en clave italiana: "Es una alegoría de los movimientos redicales italianos de los años setenta, reprimidos con los mismos métodos por el Estado". El lector español, "por fuerza, ubicará la metáfora en la Epsaña de los GAL".

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