Pequeñas tentaciones de papel
Las editoriales apuestan por un formato de libros de bolsillo de lujo
NEREA PÉREZ - Madrid - 22/03/2009
"Hay libros cortos que para entenderlos como se merecen se necesita una vida muy larga". La frase es de Quevedo. Ocupa la contraportada de una exquisita edición de El ángel caído, de Harold Bloom, que cabe en la palma de la mano. Es parte de la colección El Arco de Ulises de la editorial Paidós y ejemplifica una tendencia editorial que desde hace aproximadamente tres años se abre paso en España: la del libro de pequeño, pequeñísimo, formato.
Hay todo un mundo paralelo de los libros ligado a los diminutivos
No hay que confundirlos con los libros de bolsillo, las tapas duras, la calidad del papel y sobre todo el precio los convierten en pequeños tesoros, en caprichos que en las librerías ocupan un tentador espacio muy cerca de la caja, igual que las chucherías en los supermercados.
Aldo García es editor y librero de Antonio Machado Libros. En su opinión la abundancia de lanzamientos en este tipo de formatos, que a ellos les obligó incluso a reducir el tamaño de las estanterías en la librería, se debe a que son más baratos de editar y se venden bien. Estos caprichos literarios son ligeros en el peso, pero casi nunca en el contenido. La mayoría son conferencias, discursos -como los de premios Nobel de la literatura de la editorial Alpha Decay, cinco volúmenes de 11 por 15 centímetros- o ensayos.
Siruela es una de las veteranas en el pequeño formato de lujo. Sus colecciones Biblioteca de Ensayo y Biblioteca Azul (que agrupa textos sobre arte) tienen versiones en miniatura. Ofelia Grande, directora, considera que es mucho más fácil para el lector acercarse a autores y temáticas de mucho empaque empezando por textos cortos. "Intimida menos empezar a leer a Sloterdijk por La mejora de la buena vida que tiene 120 páginas que por Esferas que tiene tres tomos". Grande desliga completamente el éxito de las miniaturas de la crisis y lo relaciona más con su atractivo que con su precio. Además dan sorpresas. En España, donde es muy raro ver ensayos en las listas de best sellers, El elogio de la sombra, de Junichirô Tanizaki, editado en pequeño formato, está entre los cinco libros más vendidos de Siruela.
"La edición española, al contrario que la italiana o la francesa, se ha resistido tradicionalmente a publicar textos cortos en un solo volumen, se tiende a agruparlos". Son palabras de Julián Rodríguez Marcos, director de la editorial Periférica, cuyas publicaciones no superan los 12 por 16 centímetros y las 400 páginas. El editor apunta que en España los autores de género breve suelen tener problemas para publicar "cuando grandes autores como Georges Bataille se han expresado mejor en 40 páginas que en 300". Opina que el menor riesgo económico que plantea este formato ofrece cabida a la literatura más experimental y a la reedición de ciertos clásicos "estoy pensando en Bartleby, el escribiente, de Melville, o en las Crónicas italianas, de Stendhal".
Los escritores de gran éxito también se apuntan al formato. Es el caso de Arturo Pérez Reverte, que publica Ojos Azules en la serie Únicos, de Seix Barral. Una de esas historias dentro de la Historia que, ilustrada por Sergio Sandoval, narra el destino de un soldado español en la noche del 30 de junio de 1520, último día de los conquistadores en Tenochtitlán.
Hay todo un mundo paralelo de los libros ligado a los diminutivos. En Minúscula, el formato es parte del concepto editorial. Su directora Valeria Bergalli siguió el ejemplo de editoriales italianas como Sellerio especialistas en el pequeño formato. Entre sus publicaciones se encuentra La isla, de Giani Stuparich, uno de los libros más celebrados de 2008. Bergalli tienen claro el tipo de relación que quieren establecer entre libro y lector: "queremos libros bonitos y que acompañen".
No hay comentarios:
Publicar un comentario