Luis Lozano, delegado de la SGAE en Andalucía, llama «mataos» a los autores falsos del Carnaval de Cádiz
Publicado Miércoles, 28-01-09 a las 18:50
El director de la Delegación de la SGAE en Andalucía, Luis Lozano, ha confirmado la noticia publicada por ABC sobre el cobro de los derechos del Carnaval de Cádiz en representación de autores falsos, aunque matizó que a la SGAE le da igual cuántas obras de cuantas se interpretan en el Gran Teatro Falla estén registradas.
«Nosotros cobramos el 10% de la taquilla (sin IVA) y nos da igual que haya 2 ó 200 obras registradas», declaró Lozano para explicar que la SGAE no necesita que ningún impostor registre una obra no protegida para recaudar en un teatro. La clave es que ese porcentaje de taquilla se reparte después entre los autores cuyas piezas se han reproducido en el escenario, por lo que la inscripción de obras de dominio público por autores falsos perjudica a los auténticos compositores, que deben repartir la recaudación con impostores.
No obstante, Lozano resta importancia a este detalle porque «en los últimos 30 años apenas se han dado una veintena de reclamaciones en el Carnaval». Sin embargo, el delegado es duro con los impostores: «No suele haber mucha gente que se apropie de letras que no son suyas, sólo algunos “mataos” que se quieren aprovechar de otro».
«Nosotros cobramos el 10% de la taquilla (sin IVA) y nos da igual que haya 2 ó 200 obras registradas», declaró Lozano para explicar que la SGAE no necesita que ningún impostor registre una obra no protegida para recaudar en un teatro. La clave es que ese porcentaje de taquilla se reparte después entre los autores cuyas piezas se han reproducido en el escenario, por lo que la inscripción de obras de dominio público por autores falsos perjudica a los auténticos compositores, que deben repartir la recaudación con impostores.
No hay fórmula jurídicaEn esta cuestión, Lozano también es claro: «No hay fórmula jurídica para impedir que una persona registre una pieza musical si así lo afirma en su declaración jurada, salvo que sea muy evidente. No hay forma legal de pararlo». Según el delegado de la SGAE en Andalucía, sólo hay un camino para solucionar este problema: «Sólo actuamos si se produce una reclamación. Rápidamente abrimos un expediente y citamos a las dos partes en una reunión donde se alcanza una solución. Si el denunciante demuestra que la copla es suya, se le retira al impostor todo lo que haya cobrado indebidamente y se le paga al legítimo dueño».
No obstante, Lozano resta importancia a este detalle porque «en los últimos 30 años apenas se han dado una veintena de reclamaciones en el Carnaval». Sin embargo, el delegado es duro con los impostores: «No suele haber mucha gente que se apropie de letras que no son suyas, sólo algunos “mataos” que se quieren aprovechar de otro».
Hay muchos casos de registros de obras de autores de principios del siglo XX por autores actuales. Un caso llamativo es el de «Los anticuarios», un coro de 1905 cuyas piezas están registradas por uno de los autores más sonados del Carnaval en la actualidad, Manuel Santander, y por Augusto Butler. «Imagino que son adaptaciones -dice Lozano- y no hay problema siempre que tenga el permiso del autor».
Ejemplos curiososEl creador de «Los anticuarios» fue Antonio Rodríguez Martínez, el Tío de la Tiza, que falleció en 1912. Él también es el autor de «Los lilas», de 1903, que en la base de datos del repertorio de la SGAE aparece registrado de la siguiente forma: «Rodríguez». A secas. Sólo hay un dato más, aunque bastante escueto: «Año 1903. Couplets».
Ejemplos curiososEl creador de «Los anticuarios» fue Antonio Rodríguez Martínez, el Tío de la Tiza, que falleció en 1912. Él también es el autor de «Los lilas», de 1903, que en la base de datos del repertorio de la SGAE aparece registrado de la siguiente forma: «Rodríguez». A secas. Sólo hay un dato más, aunque bastante escueto: «Año 1903. Couplets».
Otro ejemplo curioso es el de la pieza «Los duros antiguos», un tanguillo de la agrupación «Las viejas ricas» que hoy se conoce directamente como «Tanguillo de Cádiz». En el Registro de la Propiedad Intelectual esta obra aparece inscrita con fecha del 7 de agosto de 1970 con la atribución de «popular», aunque el que fue gerente de la Unión Musical Española, José Juan del Águila, también tiene registrada una adaptación. Incluso existe una tercera entrada a nombre de Juan David Grecos el 17 de octubre de 1977, ya que éste escribió la partitura de la obra.
Sin embargo, en la base de datos de la SGAE hay siete registros, de los cuales cuatro atribuyen la pieza a autores concretos mientras que los otros tres son adaptaciones. De estas tres versiones, dos coinciden con las del Registro de la Propiedad Intelectual y la última está dada de alta por Genaro Monreal. Las demás están a nombre de autores como Florencio Ruiz Lara, más conocido artísticamente como Flores el Gaditano, un cantaor que grabó la pieza pero que, como aclara el Registro de la Propiedad Intelectual, para quien la obra es «popular», no es el autor de la misma.
Sin embargo, en la base de datos de la SGAE hay siete registros, de los cuales cuatro atribuyen la pieza a autores concretos mientras que los otros tres son adaptaciones. De estas tres versiones, dos coinciden con las del Registro de la Propiedad Intelectual y la última está dada de alta por Genaro Monreal. Las demás están a nombre de autores como Florencio Ruiz Lara, más conocido artísticamente como Flores el Gaditano, un cantaor que grabó la pieza pero que, como aclara el Registro de la Propiedad Intelectual, para quien la obra es «popular», no es el autor de la misma.
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