No es fácil ver a productores, distribuidores, exhibidores y representantes del Gobierno en la misma mesa, mucho menos de acuerdo. Hasta las televisiones estaban allí, en primera línea. El encuentro fue calificado de «histórico» por los propios protagonistas, alguno de los cuales, como Juan Ramón Gómez Fabra, presidente de la Federación de Cines, lleva más de cuatro décadas en el oficio sin haber visto nada semejante. «La fiesta del cine» no nace por tanto con un nombre exagerado. El descenso del número de espectadores, del 25 por ciento en los últimos cuatro años, parece haber servido para encender las luces de alarma y para que los distintos sectores dejen de pisarse la manguera entre ellos.
El acuerdo en sí es poco espectacular y nada original (Francia lleva un cuarto de siglo aplicando la fórmula), pero servirá para que los aficionados al cine puedan ver todas las películas que quieran a dos euros cada una durante los días 21, 22 y 23 de junio, fin de semana elegido porque han terminado los colegios y el público infantil puede ayudar a engordar las cifras. Eso sí, la primera entrada costará lo mismo que siempre, pero vendrá acompañada por un carnet o pasaporte, supuestamente intransferible, con el que los espectadores pueden ver el resto de títulos a precio reducido.
En total, se han sumado a la iniciativa 321 salas y más de 2.800 pantallas, el 95 por ciento del mercado en España (el listado completo puede consultarse en la página web www.fiestadelcine.com). Pedro Pérez, presidente de los productores, dijo que no se espera repetir los tres millones de espectadores que consiguió Francia en la última edición (lleva 50 millones acumulados desde que empezaron), pero que un millón no estaría nada mal.
El responsable de Fapae no pudo ser más autocrítico cuando se preguntó (y se respondió): «¿Por qué no lo hemos hecho antes? Probablemente por torpeza». Pérez anunció asimismo que este consenso, que ha costado un año pulir, dará nuevos frutos, los primeros de ellos este mismo mes. «Nuestro anuncio es que esto no se acaba hoy, que hablamos del cine con mayúsculas, no sólo del español, aunque en esta fiesta habrá cinco películas españolas». «Prometemos sorprenderos», anunció Gómez Fabra.
Luis Hernández de Carlos, presidente de Fedicine (organismo que agrupa a los exhibidores españoles) se refirió a la piratería, «ilegal pero aceptada a nivel social», como el gran enemigo en la sombra que se pretende combatir con iniciativas como la presentada ayer. Al acto también asistieron Eduardo Campoy, en su penúltima comparecencia como presidente de la Academia de Cine, y los representantes de TVE y Canal+ Gustavo Ferrada y Miguel Salvat.
Ignasi Guardans, flamante director general del ICAA, resumió el espíritu de la reunión: «Demasiadas veces las ruedas de prensa que tienen que ver con el cine son para llorar. Esto es una fiesta».
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