Arte en el Sahara
Tifariti acoge en octubre la tercera edición de este encuentro artístico-reivindicativol Más información. http://artifariti.blogspot.com/2009/03/abierta-la-convocatoria-artifariti-2009.html.
M. B. / SEVILLA | Actualizado 13.04.2009 - 05:00No hay neones ni cócteles ni galerías glamourosas. Es Tifariti y sus alrededores, un lugar derruido por la guerra entre Marruecos y el Frente Polisario y que se recompone paso a paso, lugar emblemático para los saharauis y elegido por las Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Sevilla y el Ministerio de Cultura de la RASD para acoger los Encuentros Internacionales de Arte en los Territorios Liberados. Hasta allí, en sus dos primeras convocatorias, se desplazaron artistas de esta parte del Estrecho para levantar la voz, a través de sus obras y en conjunción con artistas autóctonos, contra la situación que padece el pueblo saharaui.
Los organizadores ya han convocado la tercera edición, que tendrá lugar del 17 al 31 de octubre de este año. La comisaria del encuentro, Pamen Pereira (El Ferrol, 1963) destaca la intensidad de la experiencia, "profundamente social, artística y política en el mejor sentido de la palabra". La comunión entre los artistas participantes y sus anfitriones es total, absoluta, y la conexión propicia que "la experiencia en la que uno se envuelve allí se convierte en una gran acción colectiva, ya que hay un objetivo común que cristaliza desde muchas individuales", explica la comisaria.
Artifariti persigue dar a conocer situaciones "que no podemos imaginar que puedan estar sucediendo en la actualidad", afirma Pereira. La mayor parte de los artistas (artistas-activistas, cabría decir) que han desarrollado su trabajo en las anteriores ediciones de Artifariti son andaluces, pero esto no es más que una consecuencia natural del origen de la asociación sobre la que recae el mayor peso de la organización: Sevilla. Pues del carácter internacional de los encuentros no hay duda, sólo basta echar un vistazo en la nómina de los participantes en 2007 y 2008. Muchas de sus obras siguen allí, en Tifariti y su entorno, y de otras quedan restos debido a su carácter perecedero y a los embates de la climatología agresiva de la zona, pues precisamente ésta ha sido una de las metas de las propuestas artísticas: su intento de adaptarse a un terreno hostil, duro -muchas veces inhumano, en claro contraste con sus habitantes- para demostrar a través de la creatividad la presencia de un pueblo en su lucha por la supervivencia.
Quedan así de manifiesto la unión entre la obra y el hombre dentro del territorio que le sirve a la primera como marco y al segundo como taller, pues los artistas deben -o al menos esa era la filosofía primigenia de Artifariti- levantar allí su creación con los materiales que ofrece la propia tierra, el mismo Sahara. Eso es lo que han buscado estos encuentros artísticos -y, no se olvide, reivindicativos- y lo que pretenden conseguir con la convocatoria de este año.
Los organizadores ya han convocado la tercera edición, que tendrá lugar del 17 al 31 de octubre de este año. La comisaria del encuentro, Pamen Pereira (El Ferrol, 1963) destaca la intensidad de la experiencia, "profundamente social, artística y política en el mejor sentido de la palabra". La comunión entre los artistas participantes y sus anfitriones es total, absoluta, y la conexión propicia que "la experiencia en la que uno se envuelve allí se convierte en una gran acción colectiva, ya que hay un objetivo común que cristaliza desde muchas individuales", explica la comisaria.
Artifariti persigue dar a conocer situaciones "que no podemos imaginar que puedan estar sucediendo en la actualidad", afirma Pereira. La mayor parte de los artistas (artistas-activistas, cabría decir) que han desarrollado su trabajo en las anteriores ediciones de Artifariti son andaluces, pero esto no es más que una consecuencia natural del origen de la asociación sobre la que recae el mayor peso de la organización: Sevilla. Pues del carácter internacional de los encuentros no hay duda, sólo basta echar un vistazo en la nómina de los participantes en 2007 y 2008. Muchas de sus obras siguen allí, en Tifariti y su entorno, y de otras quedan restos debido a su carácter perecedero y a los embates de la climatología agresiva de la zona, pues precisamente ésta ha sido una de las metas de las propuestas artísticas: su intento de adaptarse a un terreno hostil, duro -muchas veces inhumano, en claro contraste con sus habitantes- para demostrar a través de la creatividad la presencia de un pueblo en su lucha por la supervivencia.
Quedan así de manifiesto la unión entre la obra y el hombre dentro del territorio que le sirve a la primera como marco y al segundo como taller, pues los artistas deben -o al menos esa era la filosofía primigenia de Artifariti- levantar allí su creación con los materiales que ofrece la propia tierra, el mismo Sahara. Eso es lo que han buscado estos encuentros artísticos -y, no se olvide, reivindicativos- y lo que pretenden conseguir con la convocatoria de este año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario