Miércoles, 21-10-09
En las entidades financieras con colecciones artísticas pesan en ocasiones opiniones dispersas, a veces incluso de quienes no conocen más que la tecnocracia y la aplican erróneamente al arte. En el año 2003 se suscitó todo un debate en el entonces llamado El Monte, hoy Cajasol, cuando la entidad adquirió un singularísimo cuadro del pintor sevillano Luis Gordillo titulado, «Velocidad supersónica a cámara lenta». La localización posterior de ese cuadro tuvo mucho de ironía: presidir la sala donde se celebran los consejos de administración de la Caja.
En el 2009 Luis Gordillo, con la clarividencia y la libertad que le dan los años de oficio, ha tomado aquel cuadro y a partir de ahí ha hecho un proyecto -libre de cargas y lleno de realidades- en Espacio Escala, donde Cajasol hasta ahora ha venido mostrado su importante colección de obra contemporánea.
Bajo el título «Post-coitum», se presentan setenta obras en el Espacio Escala, muchas de ellas realizadas para este proyecto que Luis Gordillo ha llevado al tiempo que prepara otras cuatro exposiciones más convencionales.
Paco Pérez Valencia, hasta hace poco asesor artístico e inspirador del Espacio Escala, ha realizado con esta exposición de Gordillo su último proyecto en la sala. Pérez Valencia fue también el encargado de montar la exposición que en 2007 recorrió en el Museo Reina Sofía una retrospectiva de la obra del pintor, que ese mismo año recibía el Premio Velázquez de las Artes Plásticas.
Luis Gordillo (Sevilla. 1934) ha tomado entusiasmado este proyecto en Escala. «Es algo bonito, es un trabajo de redefinición. Es un estudio años después, como perfilar una obra en el recuerdo. Yo pienso que es una situación bonita y agradable y soy afortunado por ello».
El cuadro, realizado en acrílico es de grandes dimensiones y sirve de eje narrativo junto a otras 70 obras y fotografías. «Estas obras que tienen una base geométrica, se le puede sacar partido infinitamente. Se terminan porque uno quiere, pero pueden durar muchísimo», afirma.
La crisis y el arte
Confiesa Gordillo que, «he sacado de ese cuadro lo que he querido. Sabía que el espacio era pequeño. Yo quería trabajar en el ordenador con esa obra, ya que al hacerla no había empleado el ordenador y quería emplearlo. Ha sido como un juego simplemente».
En la situación actual de crisis financiera, Luis Gordillo ve un poco «los toros desde la barrera», pero afirma que, «la crisis afectar, afecta al arte, y puede ser para bien y para mal. Porque el tener que vender agudiza el ingenio, pero puede agudizarlo para mal, para hacer cosas más facilonas y más pequeñas, menos enjundiosas, y es una posible salida. Pero también puede ser que digamos,bueno,una vez de perdidos al río, y nos metamos en proyectos de más calado».
Dice el artista que no le afecta personalmente, «porque yo tengo mis ahorros, y estoy tranquilo por ese lado, pero evidentemente no estoy vendiendo lo que vendía antes, aunque sí estoy haciendo muchas exposiciones y estoy muy activo».
Sin embargo y pese a la selección económica que conlleva toda crisis financiera como la que estamos sufriendo, Luis Gordillo opina que, «no creo que la crisis borre la morralla en el arte, sino al contrario, lo que ocurrirá es que la gente comprará lo más fácil».
Proyecto en Caixaforum
Luis Gordillo acaba de ultimar un proyecto que verá la luz el próximo mes de noviembre en el Caixaforum de Barcelona. «Me han encargado una exposición seleccionando obras de la colección de la Caixa y que la coloque yo en el espacio. Es una propuesta muy interesante pero también está siendo un trabajo enorme y muy comprometido porque tratas con obras que son de amigos tuyos. Lo tengo ya casi todo ultimado, pero a pesar de que ha sido bonito, he tenido que dedicarle muchísimas horas».
Luis Gordillo trabaja hoy día la pintura y el ordenador, « a la par, una se apoya en la otra, es una escalera de caracol, siempre hacia arriba. Mi trabajo es duro, nunca es ni ha sido fácil; muy comprometido, pero siempre interesante», confiesa el pintor.
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