18 octubre 2010

Es posible denunciar y entretener

Los Simpsons de Banksy: "
Banksy en los Simpsons
Banksy en los Simpsons

Banksy ha dirigido la entradilla de uno de los últimos episodios de la serie de animación más famosa de nuestro querido planeta: Los Simpsons. Que la suma de Matt Groening y Banksy dé como resultado una polémica no le debería sorprender a nadie, ¿no? Adelante con el vídeo, que después vienen un par de spoilers.



¿Niños coreanos haciendo trabajos forzados en sótanos para producir nuestros dibujos animados favoritos? Pues esa es la interpretación que le ha dado Banksy al anuncio de 20th Century Fox de llevarse parte de la producción a Corea para abaratar costes. A mí me parece que el tema es llamativo por dos aspectos bien distintos y te animo a que lo discutamos en los comentarios porque la cosa tiene miga.

La primera, y quizá más evidente, es este curioso fenómeno por el que es necesario abaratar costes de productos que se venden como rosquillas a precios elevados. ¿Los Simpsons no son rentables? Yo no tengo acceso a las cuentas de la Fox, pero algo me dice que no se han arrepentido de haberle financiado el sueño al bueno de Matt hace ya 25 años (¡!). Es evidente que no es una cuestión de ganar más, sino de repartir menos lo que se gana.

La segunda me resulta más inquietante porque me parece menos evidente y más novedosa. Banksy realiza la crítica sin cortarse lo más mínimo… Y la Fox, productora “víctima” de la intro, la paga y difunde. ¿Se les habrá pasado? ¿Preferirán hacer esta concesión a cambio de mantener el prestigio de la serie de producto crítico y políticamente incorrecto? ¿Estarán tan seguros de que a la hora de verdad lo que consiga el arte o, dicho de otra forma, lo que piense el público no les va a afectar lo más mínimo?

Yo no me decido por una respuesta.

17 octubre 2010

"Me gustan los filmes de desastres"

"Me gustan los filmes de desastres": "Delante de Apichatpong Weerasethakul (Bangkok, 1970), hay que tener las cosas muy claras. El director tailandés entiende una entrevista como una partida de pimpón, con sus golpes largos y sus dejadas. Si sobre la mesa salen temas políticos, cinematográficos o incluso íntimos, Weerasethakul querrá saber con precisión la cuestión: no divaga, puntualiza e ilustra. Su cine siempre ha sido parecido: no vale con ponerse delante de la pantalla, sino que el público debe dialogar con ella. Con su El tío Boonmee recuerda sus vidas pasadas (que se estrenará en España el 3 de diciembre) ganó la Palma de Oro de Cannes y compite ahora en el Festival de Sitges, porque, como asegura Ángel Sala, responsable del certamen, 'tenemos una programación abierta'. Y sí, en El tío Boonmee... hay fantasmas y reencarnaciones, pero también lírica, algo de cine contemplativo, y un paisaje duro, seco. 'La película transcurre en el noreste de mi país, una zona con un historial de violencia en los años sesenta y setenta, de ahí las notas políticas que ilustran el relato'.

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