DANI CABEZAS
- Ajeno a la crisis de la industria, el 'merchandising' sigue en pleno auge gracias a Internet.
- Seleccionamos los objetos más insólitos al alcance de un clic.
Sergio es un fanático de los Kiss. Como tal, se ha dedicado a coleccionar durante décadas todo tipo de objetos relacionados con la banda, una de las que mejor ha sabido aprovechar el filón del merchandising de toda la historia. Tiene camisetas, chapas, figuras y hasta tazas de desayuno. Por eso, cuando Adriana, su chica, quiso hacerle un regalo por su cumpleaños, apuntó alto. Entró en eBay y compró, por algo más de 200 euros, el pinball original del grupo, un objeto de culto entre sus fans que llegó a los salones recreativos en 1978. En un par de semanas, la máquina ya decoraba su salón.
'El merchandising es una mina, tanto para los grupos como para las tiendas', asegura un dependiente de unos grandes almacenes en Madrid. 'Hay grupos que viven de ello más que de los discos e incluso que de los conciertos. Y a nosotros nos deja un margen de beneficios infinitamente mayor que el de un disco', apunta.
El negocio, del revés
En una era en la que vender discos se antoja una tarea titánica, algunos se preguntan si no será el merchandising el que salve el negocio. Recientemente, Megan Jasper, manager de Sub Pop (discográfica que vio nacer a grupos como Nirvana o Soundgarden), declaró estar planteándose 'voltear la estrategia tradicional, de manera que la gente pague por el objeto en cuestión y reciba la música gratis'.
Que la música vende, aunque ya no sean canciones, parece estar fuera de toda duda. En Internet abundan las páginas que se dedican a despachar merchandising on line. Y aunque las camisetas se siguen llevando el gato al agua entre los fans, el abanico de objetos se ha ampliado hasta alcanzar límites insospechables, y para su adquisición sólo hace falta sentarse delante de la pantalla del ordenador y tener a mano una tarjeta de crédito. Pasen y vean.
Los ‘fab four’, los reyes
En el número 231 de la calle Baker, en pleno corazón de Londres, se ubica la mayor tienda del mundo dedicada a un solo grupo de música: la London Beatles Store. Todo lo que se puede encontrar entre sus cuatro paredes rinde homenaje a los héroes de Liverpool. Desde relojes de pared hasta posavasos, pasando por llaveros, bolsos, calendarios, platos, mecheros, imanes para la nevera, juguetes, sombreros, autógrafos de cada uno de los fab four (lo único que compran a posibles vendedores) o incluso barajas de póker. Todo para satisfacer a los insaciables fanáticos de la banda más grande de todos los tiempos, y también la más rentable.
Sólo para mitómanos
¿Fan de Rammstein? Quizá no tanto como para tener la edición de lujo de su último disco, que incluye una réplica de sus penes por 200 euros. En fnac.es.
Calzoncillos de AC/DC (10 euros en webundies.com).
El rock en los pies. Converse ha apostado por modelos de los Ramones, The Clash, The Who o Blondie. Desde 80 euros en pazconverse.com.
Un Freddie Mercury de pelo en pecho. Las figuras de los grandes iconos del rock causan sensación entre los coleccionistas. Esta del líder de Queen cuesta 17,99 euros en discoazul.com.
Elegante pero informal. Por 8,95 euros se pueden llevar unos calcetines de Pink Floyd (bikestorm.es). Una corbata de Blink 182 cuesta 23,30 euros en zazzle.es.
La taza de Barón Rojo cuesta 9,99 euros en leyendarock.es.
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