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El servicio UltraViolet permitirá a los internautas bajar, almacenar, visionar y copiar películas de manera legal
Los estudios de la meca del cine y las grandes compañíastecnológicas se han dado cuenta de que la única manera efectiva de luchar contra la piratería es contraatacar con sus mismas armas. La respuesta a las descargas no autorizadas de la Digital Entertainment Content Ecosystem (DECE), asociación que agrupa a las 60 empresas más relevantes del sector audiovisual, se llama UltraViolet. Este novedoso sistema de distribución digital de contenidos, que vio ayer la luz en el Consumer Electronic Show de Las Vegas (CES), ofrecerá la posibilidad de descargar, almacenar, copiar y visionar películas de por vida a cambio de una suscripción.
La Asociación de Internautas ha elaborado un estudio con el que pretende defender al internauta y a las páginas que enlazan contenidos de la acusación de 'piratas que buscan enriquecerse'. Además, solicita un cambio en la ley de propiedad intelectual que permita defender los derechos de autor pero también agilizar la publicación de contenidos.
'Moonpalace' es un sello discográfico que bucea en los subterráneos de la música independiente para sacar a la luz nombres que no se encuentran en las listas de éxitos. Es el proyecto unipersonal del guipuzcoano Juanra Prado, que sigue en el empeño ocho años después del primer disco.
Cuando estamos en medio del proceso de investigación para la elaboración de los discursos y la programación de ZEMOS98 en general nos encontramos con piezas, proyectos que merecen una atención especial. VARIACIONES es una serie de podcasts elaborada por Jon Leidecker aka Wobbly para Radio Web MACBA. Proyecto, el de la radio online del museo barcelonés, que llevamos un tiempo siguiendo y aprendiendo de él. No os perdáis ninguno de sus contenidos!.
VARIACIONES tiene 5 capítulos que pueden escucharse aquí. 'Variación' es el término formal para describir una composición musical basada en un trabajo musical anterior. Muchos de los métodos tradicionales (cambiar la tonalidad, la métrica, el ritmo, las armonías o los tempos de una pieza) se utilizan hoy en día de una manera similar por parte de los músicos electrónicos, pero la práctica del sampleo es algo más que una mera modernización o una expansión del número de opciones disponibles para los que buscan la inspiración en el refinamiento de una composición preexistente. La historia de esta música es tan antigua como la misma tecnología de la grabación, y su aparición y desarrollo refleja la creciente y cohibida relación de la sociedad hacia la propia experiencia musical.
Tradicionalmente, la música se transmitía a través del sonido, de generación a generación, incluso siglos después de la invención de la escritura musical. Los compositores del siglo XIV fueron los primeros en firmar sus piezas y reconocerlas como algo enteramente propio, fomentando así el culto al compositor individual. Pero tan pronto como las grabaciones suplantaron a las partituras en el siglo XX, la presencia de la influencia comunal volvió a hacerse presente a medida que los compositores empezaban a usar grabaciones para crear nuevas grabaciones. Ahora oímos más de una voz. Y es que desde el principio, las grabaciones han sido instrumentos.
En los programas, documentados al máximo en sus fichas en PDF, podemos encontrar piezas de Charles Ives, uno de los pioneros, John Cage que revolucionó el mundo de la música y el sonido o James Tenney que con su 'Collage #1' realizó el que se conoce como el primer remix a partir de una grabación de Elvis Presley:
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Si el primer programa se centra en los orígenes hasta los años 60 del siglo XX en el segundo programa nos cuenta Wobby cómo el sonido 'recupera el tiempo perdido' en cuanto al collage visual durante los años 60 haciéndose a la idea, y la locura, de que el sampleo puede ser global. Entran en juego las grabaciones etnográficas y las profecías macluhanianas de la 'Aldea Global'.
Ya en los años 70 los compositores abandonaron el uso de fuentes obscuras, irreconocibles o de dominio público para sus piezas, y empezaron a trabajar con muestras perfectamente identificables tomadas de la música pop más comercial. Con este cambio de enfoque de lo global hacia lo cultural, las visiones utópicas dejaron paso a una concepción pragmática de la investigación y el desarrollo musical. Este episodio documenta los collages que durante los años 70 comenzaron a difuminar las fronteras entre la música popular y el arte: de la música concreta al dub, pasando por el disco, o el trastornado mundo de la radio FM.
Durante los últimos años 70, la tradición experimental del collage se prolongó en el contexto de la música industrial y el underground del cassette. Pero en realidad, fue la repentina emergencia de la cultura hip-hop lo que catapultó definitivamente el collage a la categoría de música popular, a medida que los DJs del Bronx convertían el mezclador y el tocadiscos en instrumentos musicales de directo en toda regla. Al mismo tiempo, tanto la academia como el sector comercial trajeron al mercado un nuevo artefacto, progresivamente más asequible, basado en un teclado y controlado por ordenador: el Sampler Digital.
El hip-hop descubrió la tecnología de sampleado digital a mediados de los ochenta. Así, los productores de hip-hop regresaban al espíritu original de los collages de las block parties. Pero la excelente acogida internacional del nuevo género llegó de la mano del consiguiente golpe legal: una avalancha de pleitos contra artistas pop de considerable éxito comercial como De La Soul, Biz Markie y 2 Live Crew, y también contra provocadores marginales como The KLF, Negativland y John Oswald.
La audiencia que había crecido durante la era de la canción pop producida en el estudio estaba preparada para un género que hiciera uso explícito de grabaciones anteriores para construir nueva música. Una canción con muestras alteradas pero todavía reconocibles revela al oyente las mismas técnicas utilizadas en el estudio para componer música a partir de elementos dispares. A medida que la audiencia se acostumbra a la idea de la grabación como el escenario real de una composición musical (trascendiendo el mero documento de una interpretación en directo), emerge una música que se puede construir con cualquier sonido, incluidos los sonidos creados previamente por otros artistas.
La historia continúa, pero el podcast de Wobbly para aquí. Cartografiar qué se está haciendo hoy es más difícil de lo que parece, muchos de los artistas y creadores siguen experimentando: Coldcut, People Like Us o Girl Talk... pero también POGO, el fenómeno de la visualización de datos, el submundo del auto-tune y la remezcla audiovisual.
Puedes escuchar los podcasts completos aquí y puedes descargar los PDF 1, 2, 3, 4 y 5 con la información adicional y consulta los enlaces, que no son pocos, sobre referencias, artículos, nuevos itinerarios.
Esta nueva plataforma, pionera en Euskadi, ofrece la posibilidad de adquirir discos enteros o canciones sueltas de cantantes y grupos vascos de su catálogo a través de la red, con una excelente calidad (MP3 o FLAC), en descargas legales en las que se abonan a los cantantes sus derechos correspondientes. Esto posibilitará que los compradores puedan adquirir un producto de calidad desde su propia casa y que vivan, así, una experiencia similar a tener el álbum entre sus manos. Desde casa, y a golpe de click, ahora es posible comprar temas y CDs de música vasca con éxitos que van desde el rock, hasta el folk, la música coral, clásica o el jazz vasco.
Podemos considerar a ibaimusic.com como un nuevo lugar en la red en la que será posible consumir cultura de forma segura, sencilla y legal.
Unos chillidos de ratones enjaulados compiten de forma intermitente con las palabras de Rodrigo García (Buenos Aires, 1964) en su camerino del teatro madrileño María Guerrero. 'Esta vez se han librado', dice el autor teatral, vestido con unos vaqueros y una sudadera, mientras dibuja en un folio din A3. García suele utilizar animales para sus obras. Los espectadores aún recuerdan el conejo que se freía en un microondas de Versus o el bogavante descuartizado de Accions: matar para comer. De hecho, para Gólgota picnic, cuyo estreno está previsto para el 7 de enero, el creador ha abandonado los ratones pero ha apostado por las lombrices. Ellas formarán parte de un escenario cubierto por 12.000 panes de hamburguesas, una sillita de pícnic, un piano en el que sonará música de Haydn a cargo de Marino Formenti, y una pantalla. Un atrezo que le sirve a García para mostrar, a partir de un texto trufado de frases bíblicas, la violencia de nuestra sociedad y su deshumanización. Con esta obra, el creador atraviesa por primera vez, además, los muros del CDN.
El centro cultural La tabacalera y el colectivo Hacktivistas quieren romper estereotipos. Bajo el lema 'Contra la 'ley Sinde', damos la cara', estas organizaciones han lanzado un fotomatón online animando a hacerse una foto a 'las miles de personas' que han presionado de alguna forma contra la aprobación de la ley Sinde, que fue tumbada en el Congreso el pasado 21 de diciembre.