01 febrero 2009

Distintas versiones del zapato volador

El zapato volador iraquí inspira una exposición en Egipto

El acto del periodista Montazer al Zaidi contra Bush canaliza el arte comprometido en el mundo árabe

  • EFE, (ADN)| 23/01/2009

Zapatos por doquier en la exposición 'Shoes' de la galería Ibdaa.

EFE El Cairo

Pintura, escultura, fotografía, pero sobre todo muchos zapatos, es lo que se puede ver en una exposición en El Cairo que toma como fuente de inspiración el zapato volador arrojado en Irak contra el entonces presidente estadounidense, George Bush.

Shoes es el título de esta exposición en la que han participado una veintena de artistas egipcios con obras realizadas para la ocasión o antiguas, ya que la idea de exhibir zapatos en la galería Ibdaa surgió casi por casualidad.

"Teníamos previsto para el mes de enero una exposición de pintura, pero el autor nos dijo a finales de diciembre que no tenía obra suficiente", confesó la encargada de la galería Ibdaa, Lisa Lounis.

El galerista, Nabil Abou el Hassan, decidió entonces poner en marcha una exposición que tuviera como protagonistas indiscutibles los zapatos.

"Ya tenía la idea antes, pero pensé que debido al incidente de Irak (cuando un periodista tiró su calzado a Bush, el 14 de diciembre pasado) era un buen momento para llevarla a cabo", afirmó Lounis.

En busca de zapateros

En menos de un mes localizaron a unos veinte artistas, que tuvieron absoluta libertad a la hora de situar los zapatos en el centro de sus creaciones.

Shoes, abierta al público hasta el próximo 2 de febrero, reúne obras con mensaje político o simplemente estéticas, pero resulta curioso que en ninguna de ellas aparece representado el modelo original lanzado a Bush.

En opinión de Lounis, esto se debe a que en Egipto "la gente tiene miedo y no quiere posicionarse políticamente".

A la entrada de la galería recibe al visitante un zapato de tacón de gran tamaño y colores chillones, realizado en papel maché, en cuyo interior pequeños muñecos hacen escalada y se deslizan entre calcetines.

Llama la atención en la sala principal un cuadro de fondo rosa en el que un zapato bastante moderno lleva el nombre de Montazer al Zaidi, el periodista iraquí considerado una suerte de héroe nacional por desafiar al ahora ex presidente Bush.

Su autor, Hany Rasehd, sí realizó la obra expresamente para la exposición, una obra "muy política pero con un zapatos casi fashion", según Lounis, que incluye tres viñetas que representan el momento en el que Al Zaidi arrojó su calzado.

En palabras de Rasehd, "las encuestas de opinión pública internacionales coinciden unánimemente en que el zapato de Al Zaidi es el acontecimiento más destacado del año 2008".

A la política por el símbolo

El acto de lanzar los zapatos y llamar "perro" a alguien, como hizo Al Zaidi a Bush durante una rueda de prensa, es considerado una terrible ofensa en el mundo árabe.

Otra obra de carácter reivindicativo es un póster que mezcla la foto de Bush y la de varios líderes árabes, entre ellos el presidente sirio, Bashar al Asad, y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, con imágenes de niños palestinos heridos. En el suelo, un montón de zapatos.

Protagonistas de la exposición y "símbolos del 'no'", como dice uno de los artistas, Naguib Ezzeddin, en un escrito, los zapatos se han convertido en "el brazo de la ira de las víctimas de todo el mundo contra sus opresores".

Un Gran Hermano para artistas en la BBC2

La próxima estrella del arte británico saldrá de un reality

El marchante Charles Saatchi se apunta a la moda de la telerrealidad para encontrar artistas contemporáneos

  • Ángela Precht, Barcelona (ADN) | 27/01/2009 |

Obra del artista Damien Hirst.

Reuters Tokio

Posee el mérito de descubrir e impulsar al polémico y millonario artista Damien Hirst. Tiene, además, una gran colección de arte moderno y una alucinante galería que lleva su nombre. Se trata del marchante británico Charles Saatchi quien, tras fundar una agencia de publicidad junto a su hermano Maurice, derivó al mundo de arte apuntalando al mentado Hirst y a Tracey Emin en su calidad de mecenas y promotor del movimiento conocido como los Young British Artist.

Ahora quiere juntar su experiencia inicial de la publicidad con su dominio del mercado de arte (muchas veces no del todo alejados) en un descabellado proyecto de encontrar a la próxima extrella del arte británico a través del reality show Saatchi's Best Of British.

Exposición en San Petersburgo

La cadena BBC2 emitirá el programa a partir de este otoño. Tras el encierro quedarán seis finalistas que optarán a un curso intensivo de arte y serán parte de la próxima exposición de Saatchi en San Petersburgo.

El proyecto no es del todo extraño considerando que el marchante nunca ha escondido su pasión por el arte como espectáculo como tampoco se ha desanimado ante las críticas de ser demasiado comercial. Él invita a participar a "cualquiera con inquietudes artísticas porque nadie puede saber dónde está la nueva estrella del arte".

Los aspirantes a este Gran Hermano del arte deben ser mayores de 18 años sin importar la disciplina en la que poseas su destreza. Las postulaciones serán del 2 de febrero al 29 de marzo.

Vuelve con nosotros polaroid

La Polaroid ha muerto, ¡Viva la Polaroid!

Los fans de la Polaroid se unen para resucitarla | La idea es crear una nueva película instantánea, más barata y eficaz

De conseguir el objetivo, esta cámara volverá a sacar fotografías.

Polaroid

Cuando en el mes de junio de 2008 Polaroid bajó la cortina de la producción de sus míticas películas que permitían aquel prodigio setentero de la foto al instante, se sintió un suspiro de nostalgia. La Polaroid y su revelado húmedo de márgenes blancos marcó los álbumes fotográficos de muchas familas y los recuerdos de un Andy Warhol en el Studio 54, rodeado de caras que son leyendas gracias, entre otras cosas, a la instantánea.

Como la nostalgia es motor y el vintage negocio, un grupo de melancólicos se ha propuesto crear una nueva película compatible con las antiguas cámaras que sea más económica en su fabricación, ergo, en su comercialización.

El equipo lo componen un ex empleado de Polaroid, André Bosman, y Florian Kaps, quien fuera manager de la Lomographic Society, una comunidad virtual de amantes de los formatos fotográficos.

Juntos y decididos, han armado un equipo de químicos e ingenieros para desarrollar la película en 2010, la meta que se han propuesto. Además, han adquirido todo el equipamiento de la antigua fábrica Polaroid en Nueva Zelanda bajo el nombre de The Impossible Project.

El arte es elitista

Violencia en lienzo para reflexionar

Kepa Garraza adelanta en Arco su nueva obra, en la que subvierte el mundo del arte por otro con nuevos valores


GUILLERMO MALAINA - BILBAO - (El Público) 31/01/2009 22:25

Kepa Garraza (Berango, Vizcaya, 1979) es en el día a día un pintor contumaz, pegado al realismo en su esencia más pura. Pero en la ficción de su última obra se ha transformado en el líder de una organización terrorista llamada BIDA (Brigadas Internacionales para la Destrucción del Arte), cuya causa no es otra que la aniquilación del sistema artístico actual para procurar el renacimiento de uno nuevo, mejor y sustentado en otros valores.
Un sabotaje al Guernica, de Pablo Picasso, en el Museo Reina Sofía, un terrorista a punto de inmolarse con una bomba a la cintura en el Louvre de París, la destrucción de esculturas y el secuestro de galeristas son algunas de las acciones perpetradas por esta organización pictórica, concebida como un gran grupo revolucionario de extrema izquierda y reconocida internacionalmente en las portadas de los diarios más prestigiosos del mundo.

«El arte de hoy es elitista y está vinculado al poder público y privado»

Un adelanto de la trama

Esta es la trama que Kepa Garraza urde en sus lienzos desde hace un año y medio en su taller de la parte vieja de Bilbao, al borde de la ría del Nervión. Un adelanto de su serie un cuadro grande y seis pequeños llegará a Arco a partir del 11 de febrero. Pero el trabajo completo, que constará de 25 obras, no se expondrá por primera vez hasta pasado ya el verano en la galería Salvador Díaz de Madrid. ¿Su nombre? Porque seremos cientos por cada uno de los vuestros.
La organización terrorista que ha creado Garraza está inspirada en grupos armados ya trasnochados de la extrema izquierda de los años setenta, como el Baader-Meinhof alemán o las Brigadas Rojas italianas. El autor sabe del riesgo: "El terrorismo genera polémica. Espero que la gente tenga la suficiente amplitud de miras y sentido del humor para ver esto como lo que es: un juego serio que quiere dar pie a la reflexión", se defiende el pintor vasco.

«Si la violencia está en todas partes, ¿por qué no en el arte?», se pregunta

El aprovechamiento de la violencia en su vertiente artística tampoco es una novedad en el caso del joven pintor vizcaíno. Más bien es una de las cualidades intrínsecas a su obra anterior, impregnada por acciones más o menos agresivas, como en la serie Imágenes de Violencia, Pasión y Muerte.
"Vivimos inmersos en una sociedad donde la violencia y el odio al enemigo es algo patente. Tras el ataque a las Torres Gemelas en 2001, ha habido una explosión del uso del terrorismo como un icono mediático. Es muy fácil utilizarlo cuando alguien quiere acojonar al personal, cuando tiene que vender una idea para invadir un país o robar el petróleo de Irak. Quería hacer algo para llamar la atención sobre ello, para hacer ver que ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos", argumenta.

Crítica al arte elitista

La segunda inquietud que guía los pinceles de Kepa Garraza está motivada por el propio mundo del arte. En este campo, el pintor de carne y hueso se parece en algo al líder en la ficción de la organización BIDA por su voluntad de subvertir el orden artístico establecido.
"Hay discursos del mundo del arte que están diseñados para que no sean accesibles a un público amplio. El arte de hoy en día es elitista y está vinculado a los poderes públicos y privados. Todo el arte, aunque se nos quiera vender como un elemento de crítica o cambio social, siempre intenta legitimar la sociedad a la que pertenece", asegura Garraza.
A primera vista, el uso de la violencia como tal puede resultar políticamente incorrecto, pero Garraza desbarata cualquier crítica plausible que se le pudiera hacer al respecto con una naturalidad demoledora.
"La violencia es algo muy contemporáneo. La mayor parte de la gente tiene una percepción de la violencia a través de los medios de comunicación, del cine, de la literatura Hay imágenes violentas por todos los lados porque la sociedad lo demanda. Estoy convencido de que si el público no lo demandase, los medios evitarían la violencia. Es la ley de la oferta y la demanda. Y si además la violencia está ahí, en todos los medios, por qué no en el arte", se pregunta sugerente
Y deja claro dónde pone él sus límites para evitar interpretaciones malintencionadas: "Ni siquiera tengo claro que la violencia sea mala en la ficción. Forma parte del ser humano. En mi obra sólo me hago partícipe de esa obsesión global por la violencia", finaliza.

La guerra entre corporaciones a través del arte

La noticia está en el arte


La influencia del cuarto poder. Algunos artistas se apropian de las noticias de los medios en un intento desesperado de luchar contra la indiferencia y la saturación, con un arte ácido y de claros ecos políticos

La noticia    está en el arte
PSJM - La aprobación de una ley para que los gigantes energéticos Gazprom y Transneft pudieran crear sus propios ejércitos en Rusia, y su lectura en el periódico The Guardian, fue el motor que hizo andar a este colectivo. Dos años más tarde, aparece la exposición Corporate Armies, una muestra con vídeo, esculturas y dibujos.

ISABEL REPISO - MADRID - (El Público) 31/01/2009 08:00

Año 2031. Estalla la primera guerra mundial corporativa. Un ataque indiscriminado de las tropas del ejército Wal-Mart/Visa a las fábricas de Nike, en el sur de Asia, ha provocado la catástrofe. Las multinacionales no ven mejor forma de defender sus intereses que con la masacre global.
No es un capítulo de ningún libro de ciencia ficción, sino la invención animada que formula el colectivo artístico PSJM. En julio de 2007 The Guardian se hizo eco de la aprobación, por parte del Parlamento ruso, de una ley que habilitaba a los gigantes energéticos Gazprom y Transneft a formar sus propios ejércitos. Pablo San José y Cynthia Viera (PSJM) quedaron impactados por la noticia y dos años más tarde, cuaja en la exposición Corporate Armies, inaugurada en la galería Espacio Líquido, en Gijón. Es parte del atractivo que supone la realidad para el arte.

Acción y reacción

A pocos días de que arranque ARCO, la noticia contagia a los intereses y al compromiso de los artistas. "Mi obra es una reacción a lo que sucede a mi alrededor. No tengo un programa preconcebido", reconoce a Público el artista polaco Peter Fuss, cuyas obras callejeras contienen guiños a las crónicas periodísticas. Entre su reconocida labor creativa, se encuentran una serie dedicada a Juan Pablo II, a raíz de la petición del lobby católico de beatificarlo. Y una lona gigante en Breslavia (Polonia) dedicada a la hipotética muerte de Obama, con la que algunos amenazaron durante los días previos a las elecciones estadounidenses.

"No tengo ninguna causa que defender, es una respuesta a la realidad en la que vivo"

"Mis trabajos no son pro o anti. No tengo ninguna causa que defender, es una respuesta a la realidad en la que vivo. No me gusta el arte que se centra únicamente en lo formal, me gusta el arte que hace pensar y me abre nuevas perspectivas", precisa. Será por eso que en su concepción artística, la pieza no queda rematada al término de la producción, sino cuando esta interroga al público. No cabe duda de que Fuss es un firme enemigo del arte por el arte.
Con similares expectativas entiende sus propuestas el mexicano Salvador Díaz, quien se refiere a su pintura sobre periódicos, como "una obra de memoria colectiva, que habla sobre nosotros". El traje nuevo del emperador es la primera exposición individual de este artista, en la galería madrileña Fernando Pradilla, allí están sus óleos sobre papel prensa: "Los periódicos han sido como un diario de viaje. En ellos encuentro imágenes, noticias o publicidad, que se dan de diferente manera en los distintos lugares". Lee, selecciona y recorta. Todo es poco para "evitar adormilarnos".
El objetivo último de sus trabajos es luchar contra la indiferencia que provoca el continuo bombardeo mediático, la muerte por saturación de dolor: "Perder la capacidad de asombro es lo peor que nos puede pasar", alerta.

Círculo vicioso

En este contexto la noticia no es una herramienta, sino el mensaje. "Incluso la obra más realista construye una realidad propia", dijo Herbert Marcuse, y esta afirmación toma un significado nuevo con obras como las de Fuss o Díaz nacidas de un hecho noticioso. Paradójicamente, el arte que nace de los medios de comunicación termina por ser objeto de noticia: La Nueva España se hizo eco de la Boutique Marxista de PSJM.
Este círculo vicioso es asumido como algo natural a esta manera de actuar: "Nosotros trabajamos a partir de la noticia para crear una realidad, porque hoy por hoy no hay más realidad que la de los medios de comunicación: es tan real que hasta la puedes palpar", apunta Pablo San José.

"El arte contempóraneo se mete en temas políticos y últimamente se ceba con aspectos sociales"

"El arte contempóraneo se mete en temas políticos y últimamente se ceba con aspectos sociales", dice el arquitecto Santiago Cirugeda, que acaba de inaugurar en Barcelona, en la galería ADN, la exposición Sin Estado. Es un proyecto que parte de la colaboración de Todo por la Praxis, Santiago Cirugeda y Democracia, que proponen una intervención desde el arte y la arquitectura, en el contexto de los asentamientos ilegales de población en La Cañada Real (Madrid).
Esos aspectos sociales son con los que juegan estos grupos para interpretar la realidad. En este caso, ellos se hacen con las noticias. Se interesan por temas de candente actualidad, como el tercer mundo dentro del primero, la preocupación social que genera la vivienda o los procesos de exclusión. Reconocen que su objetivo, en último término, es "dar otra visión de la realidad".
En esta mirada, el artista no está a solas con sus preocupaciones. Si se empecina en ofrecer una visión diferente de lo que nos rodea, debe tener en cuenta al que mira. En el caso de PSJM, se sirven de un lenguaje publicitario de cultura de masas, que lo hace inteligible a diversos estratos de profundidad.

Campañas de rabia

El mensaje es más directo en el caso del arte urbano, aunque sea un mercado prácticamente inexistente en España. El grafitero Noaz ha copado el centro de Madrid de hechos actuales a través de sus obras. Su último trabajo ha consistido en retratar a Vladimir Putin bajo el lema peligroso a raíz de su gestión en el suministro de gas a Europa mediante Ucrania.

La ironía también es un recurso habitual para sortear las verdades más absolutas

Noaz también ha evocado la última masacre de Gaza a manos de Israel, los intereses que subyacen en las guerras que dividen África o las ansias monárquicas del matrimonio Aznar, con motivo de la boda de su hija en 2002. Son lo que él define "campañas de rabia e ira. Al final, te vuelves tu propio cliente y te exiges hacer algo contra lo que tanto te molesta; algo que generalmente nadie te pagaría". A la pregunta de por qué basa sus mensajes en las noticias, responde: "Es muy personal. Lo que leo y las malas noticias me afectan igualmente".
La ironía también es un recurso habitual para sortear las verdades más absolutas. Por ejemplo, ¿alguien ha visto las esculturas de Britney Spears y Hillary Clinton? La inspiración también llega de la prensa rosa. Así le sucede al siempre polémico escultor estadounidense Daniel Edwards. En unas de sus sonadas creaciones, esculpió a Paris Hilton con las piernas abiertas, mientras se le realiza un examen pélvico post mórtem que, trágicamente, revela el daño colateral de conducir ebria: fetos gemelos muertos en su útero. Según Edwards, era "una visión trágica de conducir en estado de ebriedad". A veces, a la ficción no hay quien la supere.

Andaluces levantaos que os cobran el himno

En la Propiedad Intelectual hay dos registros, de Jesús Bola y de Juan Lebrón
Un detalle que no hay que pasar por alto en toda esta cuestión del Himno de Andalucía es que ninguno de los nueve registros que de él hay en la SGAE coincide con los tres de la Propiedad Intelectual, que son los únicos que tienen validez a efectos legales. En el Registro General de Madrid hay dos obras inscritas como «Himno de Andalucía» y ambas pertenecen a Jesús Carmona González, nombre de pila del productor musical Jesús Bola. Los dos registros son del 7 de mayo de 1993. Y en la delegación de Sevilla hay otro himno a nombre del productor cinematográfico Juan Lebrón, quien aclara que «se trata de una pieza audiovisual que hice para Canal Sur con motivo de una gala del día de Andalucía en la que cogimos el himno y lo sincronizamos con imágenes de la Comunidad. Yo figuro como director de esa pieza audiovisual, pero eso nunca se comercializó».

Publicado Domingo, 01-02-09 a las 12:08
El 9 de julio de 2001, la Junta de Andalucía aprobó en Consejo de Gobierno un decreto por el que recibía de manos de la familia de Blas Infante la propiedad de la casa en la que éste vivió en Coria y los derechos de autor del Himno de Andalucía. Sin embargo, la Sociedad General de Autores y Editores mantiene el registro de esta obra en su base de datos a pesar de que la familia renunció a cobrar por ella. Es decir, la letra del Himno de Andalucía es de libre uso, y su música más conocida, la del maestro Albero, es lo único que faculta a la SGAE para cobrar por la representación pública del mismo. Pero en total hay nueve registros con ese título y sigue apareciendo el nombre de Blas Infante en tres de ellos. La obra «Himno de Andalucía», codificada como 141.084, tiene tres creadores según el archivo de la Sociedad: Blas Infante Pérez, Jesús Gluck Sarasibar y José Blas Vega del Valle. En la codificada como 153.551 sólo aparece Blas Infante. Y en la 432.237 están Infante y José Albero Francés.
Los otros seis registros pertenecen a adaptadores, salvo en tres casos en los que los autores están inscritos como compositores integrales de la pieza: dos del director de orquesta alicantino Miguel Sánchez Ruzafa y otro a nombre de Juan Gabriel García Escobar, hermano de Manolo Escobar.
Según Luis Lozano, delegado de zona de la SGAE en Andalucía, «debe tratarse de piezas musicales que no tengan letra, por lo que no necesitan el permiso de la familia». Dicho permiso no es necesario en ningún caso tras la donación, ya que tras ese acto por parte de la familia la obra pasó a ser de dominio público y, según añade el propio Lozano, «si una obra es de dominio público cualquiera puede cogerla y adaptarla con su propio nombre. Sólo si tiene un autor, el adaptador tiene que pedirle permiso». Sin embargo, Blas Infante no ha sido retirado de sus registros, por lo que en la aplicación de las tarifas su obra sigue apareciendo.
Rocío Jurado no está registrada
Todo se retuerce aún más con las palabras de Estanislao Naranjo Infante, nieto del creador: «Cuando se vendió la casa de mi abuelo a la Consejería de Relaciones Institucionales, en esa misma escritura pública se le donó al pueblo andaluz todos los derechos del Himno, pero hasta entonces nosotros sólo habíamos cobrado por una versión, que es la que cantó Rocío Jurado en la película “La Lola se va a los Puertos”». Esa versión no está entre las nueve de la SGAE. Ni otra que Naranjo Infante etiqueta como la original en lo que a la música respecta: «La música está sacada del Santo Dios, que es popular de los Escolapios. La versión original para banda la hizo José del Castillo. Después se hizo la versión de Albero que es la más conocida. Pero de ninguna de las dos hemos cobrado un duro nunca». Y es que la de Del Castillo tampoco aparece en la lista. Pero hay más. El nieto de Blas Infante no conoce a ninguno de los autores que aparecen en los tres registros en los que está el nombre de su abuelo, salvo a José Albero.: «¿Jesús Gluck, José Blas Vega? Desconozco completamente a esas personas y no me parece correcto que cobren por el Himno porque se supone que la SGAE debe controlar eso y nosotros no sabemos nada».
Luis Lozano, por su parte, aclara que «la versión del himno que más se utiliza es la del maestro Albero, pero genera pocos derechos porque la mayor parte de sus comunicaciones públicas se hace en sitios donde no se cobra. La ley dice que no se cobra en actos civiles, religiosos o militares, así que sólo cuando se interpreta en televisión ese himno genera derechos, por lo que son escasos».
Lo curioso es que, sean los que sean, los derechos de la letra de Blas Infante se sigan gestionando en la SGAE a través de tres registros en 2009, ocho años después de que las tres hijas del autor, María Luisa, María Alegría y María de los Ángeles, suscribieran un acuerdo con la Consejería de Relaciones Institucionales por el que cedían a la Junta los derechos sobre los símbolos de Andalucía. Este acuerdo, refrendado ante notario el 26 de diciembre de 2001, incluía también la venta de la casa de Blas Infante en la localidad sevillana de Coria del Río, Villa Alegría, y de cuatro hectáreas de terreno colindante, por un importe de 2,95 millones de euros, con destino a servir de sede de la Fundación Centro de Estudios Andaluces.
Además, el convenio final recogió el decreto de la Junta «por el que se convalida la aceptación de la donación a la Comunidad Autónoma de Andalucía efectuada por las herederas de don Blan Infante Pérez y don Luis Infante García, de la bandera y el escudo de Andalucía, de los derechos registrados en la Sociedad General de Autores sobre la letra del Himno de Andalucía que era propiedad de la familia, así como de los derechos que pudieran corresponderles sobre el escudo, la bandera y la música del himno». Música que, según su nieto, tiene su origen en el «Santo Dios», un canto religioso que el propio Infante ya cantaba en sus tiempos de escolar en los Escolapios de Archidona, en Málaga, y que posteriormente oyó entonar a campesinos de diversos puntos de la región durante las faenas de la siega. En definitiva, pese a que tanto la letra como la música fueron anotadas por Blas Infante, su origen es netamente popular.