03 enero 2010

La Sgae compra teatros

La entidad calla tras conocerse la compra del Coliseum y el Lope de Vega, que el sector siente como una «agresión directa»
«La SGAE se financia con el dinero que recauda en nuestros teatros»
ERNESTO AGUDO
Una empresa sin ánimo de lucro que crea otra con ánimo de lucro
Los trabajadores de la SGAE no salían ayer de su «perplejidad» ante la noticia de la compra de los dos teatros por la entidad de gestión, máxime cuando están inmersos en una negociación del convenio desde hace 15 meses, y la empresa les ha amenazado con despedir a 60 personas para afrontar graves retos, «como comprar una marisquería», apostilla un portavoz de los trabajadores. «Esos son los retos vitales de la entidad, comprar dos edificios con una joyería, una marisquería y 40 apartamentos». Y pregunta: «¿Qué tiene que ver eso con los derechos de autor?». «¿Cómo el Gobierno permite que una empresa sin ánimo de lucro cree otra, ARTeria, con ánimo de lucro?, a la que la SGAE le transfiere dinero para dar números rojos y justificar el despido de trabajadores».
La Sociedad General de Autores (SGAE) y ARTeria no quisieron ayer hacer declaraciones sobre la compra del teatro Coliseum y el Lope de Vega, por una cifra que ronda los 90 millones de euros, y de la que ayer informó ABC. Quienes sí hablaron, sin embargo, fueron los empresarios teatrales del sector privado, molestos por esta operación, que para muchos extralimita la actividad meramente cultural de la entidad, adentrándose en la inmobiliaria.
«Sorpresa y preocupación»
«Sorpresa y preocupación» es lo que ha causado a Jesús Cimarro, que gestiona el teatro Bellas Artes y preside la Asociación de productores de Teatro, Música y Danza y Empresarios de Espacios Escénicos de Madrid. «Nos sorprende que la SGAE se dedique a comprar teatros, y nos preocupa qué es lo que van a hacer con ellos, ya que pertenecen a nuestra asociación», afirma, mientras recuerda que, entre los objetivos de la entidad de gestión, no se encuentra ése. «Tendrían que preguntárselo a los socios si su objetivo es adquirir teatros». Y añade que la SGAE «se financia con el dinero que obtiene en otros teatros y auditorios». Cimarro confirma que hace unos días se reunió con la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, «para presentarle nuestra Federación». Reunión en la que, entre otros puntos, se habló de la alarma entre los empresarios teatrales por la aparición de ARTeria, pero de la que no ha querido declarar nada. Sin embargo, adelanta que, tras las fiestas navideñas, está prevista una reunión con el sector para hablar de la situación. «Todo ha sido muy repentino y no hemos tenido tiempo ahora».
Auditoría de gestión
Los empresarios se sienten agraviados ante lo que consideran «una agresión directa» a su ámbito de negocio, asegura Alejandro Colubi, responsable de los teatros Marquina, Príncipe-Gran Vía y Arenal. «No vamos a admitir esa clase de competencia desleal. Tendremos reuniones muy serias una vez pasen las fiestas. A lo mejor habrá que pensar que, a partir de ahora, los autores que cobran a través de la SGAE no trabajarán en nuestros teatros», insinúa Colubi, quien a su vez preside la Asociación de Empresarios de Locales de Teatro.
En esa línea, arremete duramente contra la cúpula de la entidad. «La SGAE se ha convertido en un panteón de gente que procede en su mayoría de la política, con sueldos multimillonarios, y que está creando un patrimonio que no procede». Por ello reclama «una auditoría de gestión» de la entidad, que permita desglosar en detalle su actividad recaudadora.
Enrique Cornejo, que gestiona los teatros Muñoz Seca y Reina Victoria, mostró ayer también su preocupación porque «no termino de interpretar hasta dónde va a llegar la expansión de los teatros públicos e institucionales que se aleja de la finalidad de la siempre eficaz empresa privada, que es la que durante muchos años ha mantenido la oferta teatral en Madrid». Para Cornejo, ARTeria es una institución «que procede de la misma institución autoral, de la SGAE. Debería existir algún tipo de entendimiento e integración en la actividad privada. Deberíamos estar inmersos en esa expasión y ser vinculantes», insiste. «Todos somos cooperantes de la SGAE, pues nuestros teatros recaudan los derechos de autor que hacemos llegar a esta institución, lo que nos acredita como eslabones indispensables para coordinar y potenciar al sector de una manera que nunca le perjudique, algo que aparentemente no va a suceder ahora».

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