22 agosto 2008

El arte de la fotografía

Cien años de Cartier-Bresson y su "instante decisivo"

Sus retratos de personas anónimas se han convertido en objeto de estudio para los nuevos fotógrafos

EFE - Madrid - 21/08/2008
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Hace 100 años, el 22 de agosto de 1908, nació uno de los genios de la fotografía, Henri Cartier-Bresson. Mostró una capacidad inusual para la observación, de ahí que saber sobre su obra signifique tanto como conocer una parte de la historia gráfica del siglo XX. Su fotografías se ha convertido además en objeto de estudio para los futuros fotógrafos de la sociedad globalizada.
Referirse a Cartier-Bresson -fallecido el 3 de agosto de 2004- es hacer una pausa en su concepto del "instante decisivo", con el que definió el momento exacto en el que se toma la foto, es decir, cuando "se alinea -en palabras suyas- la cabeza, el ojo y el corazón" para conseguir la instantánea. Explicaba que de hacer el "clic" una milésima antes o después la fotografía ya no sería igual. Pero esta tesis, que dio a nombre a uno de los libros de Cartier-Bresson El momento decisivo (1952), desde hace un tiempo se topó con el marasmo actual donde ese instante mágico, según algunos teóricos, ha muerto influida por la fotografía digital y la democratización de las cámaras.
'Magnum', el club selecto
Con su leica Cartier-Bresson retrató China, la India, México, hasta la Segunda Guerra Mundial -donde se creyó que incluso había fallecido- y fundó, junto a otras también leyendas del negativo, en 1947, la primera agencia de fotografía, el club selecto de Magnum.
Muchas de las fotos que Cartier-Bresson tomó no podrían ser captadas hoy. No por las limitaciones técnicas sino por las de la Justicia. Muchos de los retratos en blanco y negro de personas anónimas no se podrían hacer ya, salvo con un permiso previo del retratado, porque las reglas sociales han cambiado y ello ha llevado a que parte de la fotografía documental que el abanderó sólo sea posible en la actualidad en el Tercer Mundo.
A estos dos aspectos se suma la muerte lenta y silenciosa del proceso fotográfico de la argenta con la que Cartier-Bresson, entre otros, consiguió unas tramas de grises en sus instantáneas que hasta la fecha tan sólo puede llegar a soñar el proceso digital
Por todo ello, más que nunca conviene rememorar a Henri CartierBresson, en aras de la calidad del acto fotográfico en una sociedad que hipervalora la imagen pero que, a su vez, juega al "todo vale" y que dicta sentencia sobre el derecho a la imagen.

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