27 octubre 2008

Artistas qué? artistas emergentes

Lunes, 27-10-08
Iván Tovar _ Creador

Pastillas efervescentes que aseguran el éxito inmediato, cuatro modelos a elegir de muñecos-hombres perfectos, un set de bautismo del artista emergente e, incluso, el proceso creativo que desencadenó la muestra exhibida en la Weber Lutgen, videoarte que puede verse en el baño de la galería. Todo está en venta. Hasta las estanterías y pies donde ha colocado las piezas. La sala de la calle Fray Diego de Cádiz bien podría asemejarse ahora a cualquier tienda especializada del centro de la ciudad. Es el camino escogido por el joven sevillano Iván Tovar, creador de las piezas expuestas en «Intervenciones sobre objetos previamente prefabricados». Una crítica feroz al comercio, al consumo, a la compra-venta generalizada y cómo afecta al mundo del arte. Para ello, el artista sigue las reglas del marketing en toda la exposición. Hasta el catálogo está diseñado como propaganda publicitaria, semejante a la tan habitual en el buzón de cada casa.
A sus treinta años, tras estudiar Bellas Artes en su ciudad natal, Iván Tovar decide romper con su vida anterior, pictórica y escultórica, cambiando pinceles y caballete por objetos: «Jesús Algovi ha sido mi maestro. He tenido la suerte de encontrarle y que me apoye en este tipo de trabajos». Actualmente colabora con el jerezano en su Escuela de Arte Acción Directa, instalada en Sevilla.
Uno de los discursos que persigue la exposición es una crítica a las dificultades de los artistas denominados emergentes, término tan de moda ahora: «Saltar del anonimato al reconocimiento empezando en una galería profesional. La performance con la que inauguré la exposición tocaba este aspecto. Un bautismo, que no tiene nada que ver con la religión. Lo rescato como icono referencial o ritual que da la oportunidad de nacer en otro tipo de mundo. Veo muy relacionado el término emergente con ese salir de las aguas». En torno a esta performance, para la que utilizó una pila aún en la galería y un texto creado para la ocasión, crea «Set de bautismo del artista emergente», como crítica al comercio. «Hoy todo se vende, así que incluye mi propia indumentaria como artista emergente (camiseta con «L» de «en prácticas», propia de las autoescuelas) y agua del bautismo. Busco ese sentido comercial y, a la vez, crítico».
Tovar analiza en su exposición el Éxito Instantáneo. Para ello, exhibe y vende tubos de comprimidos efervescentes que «permiten olvidar el esfuerzo que sería necesario para alcanzar una meta. Actualmente hay quien consigue fama sin necesidad de esfuerzo. Es una pastilla inocua, un placebo, únicamente psicológico. El éxito en pastillas».
Con «El hombre perfecto» pretende una crítica social que parte de un tipo de hombre, abarcable a muchos más. Estos muñecos se dividen en cuatro tipos: Básico, Muy Macho, Amigo y Artista. Cada uno posee en su caja características propias; así, el Básico incluye amor, dedicación y compromiso, mientras que el Artista cuenta con la creatividad, originalidad e inspiración». Precisamente en sus envoltorios es donde el observador podrá aprovechar más su visita, pues la exigencia por el detalle de Tovar se presenta en el cuidado con el que completa sus piezas. Incluso las cartelas que acompañan a cada objeto, explicando técnica y material utilizado, ofrecen guiños. Muñecos, botes de pastillas...todas las cajas muestran frases que arrancan una sonrisa. Una crítica suavizada por el sentido del humor: «Por eso prefiero la ironía o el sarcasmo para tratar temas serios; no elijo un punto de vista cómico, doy pinceladas de dulzura para no ser tan cruel».
Completa la muestra un casco de protección y una botas de seguridad peculiares, el «Equipo de protección laboral», útil para «escalar puestos y defenderte de las patadas en la vida profesional».

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