18 julio 2008

Graffiti=arte

Suso33: 'El grafiti es el arte más universal después del barroco'

  • Imparte el curso 'El arte urbano como vanguardia' en la Menendez Pelayo
  • Cuando aparece en un medio se convierte en 'superhéroe de barrio u hombre orquesta'
Suso 33. (Foto: Joaquín Gómez Sastre)

Suso 33. (Foto: Joaquín Gómez Sastre)

Actualizado viernes 18/07/2008 12:47 (CET)
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ANA MARÍA NIMO

SANTANDER.- Un grupo de individuos lleva años transformando el paisaje de las urbes mediante intervenciones artísticas que no cuentan siempre con el consentimiento de las autoridades. Su máximo exponente en España es Suso33, un artista multidisciplinar que ha traspasado las fronteras de la calle y se ha colado con sus sprays en los lugares más insospechados: desde el Museo Reina Sofía de Madrid al Estadio Olímpico de Sarajevo pasando por la Pasarela Cibeles.

El grafitero imparte estos días el curso 'El arte urbano como vanguardia' en la Universidad Internacional Menendez Pelayo.

Suso alterna el Street Art "coloristas y expresivos" con series más "intimistas y oscuras" como las "máscaras de la angustia" y las "ausencias". La primera está formada por cabezas de dimensiones mastodónticas y la segunda por sombras que aparecen de manera aislada o en grupo. Con todas ellas, el artista vistió el casco antiguo de Logroño en la pasa edición de 'La ciudad inventada'.

El talento de este artista no se traduce únicamente en resultados sino que se extiende al proceso de creación. Suso es un espectáculo en sí mismo: sus movimientos, su capacidad para manejarse con un spray en cada mano y la naturalidad con la que decide un nuevo trazo forman parte de lo que él llama la "pintura escénica de acción".

En 2004 presentó la exposición 'No volveré a pintar paredes'. Bajo este título se ocultaba en realidad una declaración de intenciones: "Se trataba de una píldora informativa con la que atraer la atención de los medios de comunicación", explica el artista mientras sonríe satisfecho del éxito de su iniciativa.

"Convocamos una rueda de prensa y dije a los periodistas que tendrían la oportunidad de capturar en exclusiva una intervención en un espacio público de manera ilegal" y de esta manera convirtió a los allí presentes –que tras semejante anuncio le seguirían allá a donde fuese- en cómplices de "la trastada" que se disponía a realizar: colocar en una isleta en mitad de la Gran Vía de Madrid, una escultura formada por unos cubos superpuestos sobre los que se podía leer: 'Graffitiescultura'. "No tuvimos problemas con la policía porque estábamos protegidos por los medios".

De vuelta en la galería, a los visitantes se les hacía entrega de un catálogo o 'libro-objeto' en el que "aparecían todas las obras expuestas" y además "incluía páginas en blanco en las que sólo aparecía una silueta señalada con por puntos. Debían salir a la calle para encontrar las obras que faltaban –intervenciones ilegales- y así ver la muestra completa". No preocupaban los compradores, de hecho, las obras no estaban a la venta.

La exposición se completaba con un manifiesto ideológico-artístico, 'No volveré a pintar paredes (por encargo, pero sí muros de puestas de largo)'. En él dejaba claro dos cosas: que nunca dejaría de emplear los muros como lienzo y que en lugar de que los medios lo utilizaran a él, iba a ser él quien utilizara a los medios como soporte de sus mensajes. Había nacido el 'telegraffiti'.

'En lugar de pelas te dan palos'

El tiempo ha hecho que Suso aprendiese a sacarle partido a la admiración que despierta su trabajo. Tiene sus propios eslóganes ("en lugar de pelas te dan palos"), su propio icono ("la mancha") y hasta su propio mono de trabajo 'customizado'. Siempre que va a aparecer en un medio se embute en su disfraz con el que se convierte indistintamente en "bufón, superhéroe de barrio u hombre orquesta".

Siguiendo con los términos de nuevo acuño, en la pasada edición de La Noche en Blanco de Madrid el artista urbano puso en práctica 'la poesía fosilizada' : "Se formaron en la calle largas colas donde las personas esperaban su turno para poder dictarme sus mensajes (vía megáfono) lo que querían que yo transcribiese en forma de grafiti sobre un mural", comenta el artista. El happening tuvo tanto éxito que los organizadores de la versión belga de la cita cultural han solicitado que Suso acuda en representación de España.

Además, Suso tiene a la vista "otros proyectos muy interesantes vinculados al cine y al teatro", entre los que llama la atención uno que implica al director de 'Jamón, jamón'; "Bigas Luna tiene un espacio escénico un poco especial y particular", cuenta entre risas y matiza, "es un puticlub famoso y con tradición en el que quiere que coordine una puesta en escena". Por el momento, no quiere adelantar más detalles, pero sí algo relacionado con "agitar sprays".

Así pues, el cabecilla de la disciplina artística más contestataria en nuestro país continúa con su proyección imparable y niega que este pujante interés por el arte urbano sea algo pasajero, "no puede ser una moda algo que lleva más de 40 años en activo", ni local, "es la disciplina artística más universal dentro de la pintura, después del barroco".

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